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Ser Esposa de Pastor (Testimonios)

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Por Bárbara Espinoza 

El cuidado de las ovejas y el servicio en una iglesia local es una ardua tarea, que en el caso de  quienes han contraído matrimonio, no solo recae en el jefe del hogar, sino también en el resto de sus familias.

Preparar sermones, dirigir ministerios, organizar y participar de  retiros, cursos, discipulados, son algunas de entre tantas otras actividades que completan la agenda de quienes han aceptado el llamado de ministrar  una congregación; una decisión que trae consigo tanto bendiciones como desafíos y dificultades.

En esta oportunidad, quisimos enfocarnos en aquellas valientes que acompañan a sus esposos en la labor del pastoreo. Entrevistamos a algunas mujeres  y esposas de clérigos que sirven en la IACH, y escuchamos algunos de sus testimonios, con el objetivo de conocer una parte de lo que significa para ellas haber elegido una vida de servicio junto a sus maridos y familias en pro del avance de la misión.

En esta nota recogemos parte de las experiencias y reflexiones de cuatro mujeres de la Iglesia Anglicana de Chile provenientes de distintas ciudades del país, quienes compartieron parte de los retos que suelen enfrentar a diario siendo madres y también esposas de pastor. ¿Qué significa para ellas hoy este llamamiento tan particular y cómo lo llevan a la par de sus otras responsabilidades profesionales y familiares  y también  sueños personales? ¿ Cuáles son las dificultades y alegrías que ha traído para ellas esta decisión de apoyar el servicio ministerial de sus maridos? Todo esto te lo contamos en esta nota.

Paula Valverde

Paula Valverde - Familia Se encuentra casada con Rvdo. Christian Concha, pastor de Iglesia Anglicana de Providencia, desde hace casi ocho años, con quien formó una familia y son padres de dos hijos: Martina y Matías.

Paula es ingeniera comercial y con su hermana Valentina son dueñas de la tienda Limonada, una empresa familiar dedicada al diseño y comercialización de ropa infantil para niñas que cayó en sus manos el año 2005 y desde entonces ha crecido considerablemente.En reconocimiento a su trabajo y liderazgo, el año pasado Paula fue candidata al Premio Empresarias 2017.

Como contó esta mujer, ha significado un desafío lograr equilibrar su trabajo con el ser la “ayuda idónea” que su marido necesita y además  con el cuidado de sus hijos.

“Con Chris mantenemos una agenda muy ajustada. Planificamos de forma anual las metas que tenemos como familia, y de forma semanal todas las reuniones, visitas, conversaciones pastorales y en general toda la vida diaria intencionada en el evangelio”, dijo la ingeniera.

Ella cree que compatibilizar los tiempos es fácil mientras definan en conjunto con su esposo las metas y espacios destinados para cada cosa, teniendo las prioridades claras.

“Necesitamos cuidar a la congregación, atenderla, regalonearla, pero sabemos también que para la iglesia es bueno que cuidemos de nuestra familia y matrimonio”, enfatizó.

“Creo que en el corto tiempo que llevamos en el ministerio puedo afirmar que es un trabajo de gran privilegio y si de alguna manera no estamos experimentando esta realidad, debemos preguntarnos seriamente qué estamos haciendo y por qué lo estamos haciendo”, agregó Paula.

Marjorie Chaverría

Marjorie EForma una familia con el Rvdo. Nicolás Fuentes,  y su pequeño hijo Mateo. Proviene de un hogar cristiano y actualmente acompaña a su esposo sirviendo en la Iglesia Anglicana Puente de Puente Alto en Santiago. El ministerio y sus responsabilidades en el hogar, contó que los complementa con el trabajar a medio tiempo como Coordinadora General de Acceso Directo, organización cristiana sin fines lucro dedicada a promover el mensaje del Evangelio por medio de recursos bíblicos y actividades abiertas a la comunidad.

Como contó esta mujer,  la experiencia de tener a un esposo pastor ha sido linda, y al mismo tiempo, una dolorosa oportunidad que Dios ha ocupado para mostrar su constante necesidad de Jesús como su Salvador; esto la ha ido capacitando dice para sus demás responsabilidades.

Su principal lucha enfatiza está en enfrentarse al hecho de “olvidar el Evangelio” y encontrar erróneamente su identidad en el ministerio o en lo que los demás esperan que haga como esposa de pastor. Necesito todo el tiempo recordar que soy una pecadora profundamente amada y necesitada de Cristo y que gracias a lo que Él ha hecho mi identidad es segura”, detalló.

“También ha resultado desafiante el seguir conociendo la Palabra de Dios para poder amar y servir bien a la iglesia de Cristo de la cual soy parte. Si no conozco bien lo que esta dice acerca de lo que es la iglesia, terminaré sirviéndola por las razones incorrectas. Todo se trata de Él”, agregó.

Finalmente Marjorie, destacó que es una bendición y un privilegio el trabajar junto a su marido de manera exclusiva en el ministerio pastoral.   “Dios está edificando a su iglesia y nuestra familia tiene la inmensa oportunidad de ser un pequeño aporte en la gran obra del Señor. Podemos estar pensando todo el tiempo en Su Palabra, en Su actuar en la vida de cada persona, en la misión de traer a más a Cristo. Nuestro llamado nos obliga a depender de el gran Pastor de las ovejas para hacer lo que solo Él puede hacer. ¡Ser parte de esto es tan emocionante!”, exclamó.

Marisol Armijo

Marisol y esposoEs esposa del Rvdo. Juan Carlos Chamorro, pastor de Iglesia San Andrés de Reñaca, y también madre de tres hijos ya profesionales. Además de apartar tiempo para las actividades eclesiásticas se dedica a cuidar a su madre de avanzada edad junto a sus hermanas.

Desde de su punto de vista, considera que los desafíos que se presentan al ser esposa de pastor no son diferentes a los de cualquier mujer que participa en la iglesia, como esposa y madre. La diferencia solo está en el estar más expuesta o más visible que otros miembros cuenta Marisol. Como enfatizó, cuando uno acompaña a su marido en el ministerio, una debe enfrentar una equivocada carga de ser “super mujer” que se nos intenta imponer, que tiene relación a altas expectativas.

“Puede que personas se hagan expectativas del trabajo que una esposa de pastor debe hacer en la congregación, pero he aprendido que mi identidad está en Cristo, y es por su gracia y misericordia que Dios está trabajando en mí al igual que en cada miembro de la iglesia. Ahora entiendo que no tengo que ser una ‘súper mujer’ y estar participando en todo”, dijo Marisol.

Asimismo comentó que las prioridades y la comunicación son muy importantes para ponerse de acuerdo respecto de qué debemos hacer juntos o solos como matrimonio, enfatizando que una de las cosas que le ha funcionado para compatibilizar las responsabilidades con su esposo, es el respetar los roles y tareas que cada uno se asigna.

“Mi apoyo principal como su aliada es orar por él, porque nuestros esposos necesitan de nuestra oración, y amor (1ºCorintios 13:4-8); pedir para que sus fuerzas sean renovadas cada día para una tarea tan difícil y degastante, en medio de tanta responsabilidad que tienen sobre sus hombros”, enfatizó Marisol.

Fabiola Flores

Fabiola FloresEn 2007 se casó con Rvdo. Christian Donoso, pastor de  Iglesia St John’s de Concepción y hoy es madre de dos hijos, Lucas y Emilio, además de Maximiliano que viene en camino. Es asistente social de profesión y trabaja haciendo peritajes psicosociales en una Fundación colaboradora del Sename, evaluando casos de vulneración de derechos.

Respecto al ministerio, Fabiola considera que el principal desafío que ha experimentado a nivel personal, incluso antes de compatibilizar su labor en la fundación con la vida de iglesia, es nunca olvidar que primero es una hija del Señor.

“A veces nos enfocamos tanto en las tareas que debemos desarrollar, que olvidamos al Autor de todas las cosas. Si no es por la obra de Cristo sería imposible apoyar a Christian en el ministerio”, comentó.

Para Fabiola el poder servir a Dios desde esta “trinchera” ha sido un maravilloso regalo que, aunque difícil, le ha permitido ver cómo Cristo es glorificado y cómo actúa su poder en la vida de las personas.

En cuanto al equilibrio de la vida personal, familiar, profesional y eclesiástica, contó que muchas veces no tienen idea de cómo lo logra. “Me doy cuenta de que en muchas ocasiones es imposible. Nuestra vida es 24/7 al servicio de Cristo y siempre es bueno recordar que ‘hay un solo Salvador. Yo no salvo a nadie, así que no es necesario que haga o esté en todo’ y junto a ello es súper importante poner límites, saber decir que no”, aclaró esta mujer.

Encuentro anual de esposas 

A pesar de su diversidad como mujeres y diferentes contextos, todas ellas comparten en parte un mismo llamado. Es por eso que una vez al año todas estas esposas se reúnen para crecer en comunión y ser edificadas a través del compartir sus experiencias y luchas ministeriales y personales. Se trata del llamado “Retiro Anual de Esposas de pastores, ministros laicos y del CEP”, encuentro que ya tiene una veintiunava versión.

Este tradicional retiro se realiza desde hace más de veinte años y se ha mantenido vigente con el objetivo de fortalecer, acompañar y animar a las mujeres que sirven en la IACH desde la vereda del liderazgo pastoral.

Es una oportunidad que reune a mujeres de todo el país, en la cual no solo se dedican a la reflexión bíblica, sino que también pueden compartir con hermanas que tienen experiencias similares dentro de la diócesis.

Myriam Ahumada, esposa del Obispo Diocesano Héctor Zavala, comentó que cada año son bendecidas con testimonios de vida que las ayudan a estar más sensibles al dolor y a las necesidades de aquellos que sufren en nuestras congregaciones, previniendo, además, situaciones difíciles que se puedan presentar.

“Tenemos una conexión especial. El Señor nos une en esta gran responsabilidad de estar en su obra. Esperamos que nuestro retiro continúe en el tiempo y oramos porque la gracia y misericordia de Dios sea con cada una de nosotras y con las que él seguirá llamando a este ministerio”.

Si quieren leer el artículo original completo presiona aquí: http://www.iach.cl/2018/01/08/ser-esposa-de-pastor-testimonios-de-aquellas-que-acompanan-el-ministerio-pastoral/

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